"La Apreciación Artística en la Pintura"

                                       Por: Zynthia Zárate

Frecuentemente escuchamos noticias de pinturas valoradas en cientos de millones de euros. Algunas de ellas se consideran tan valiosas que no tienen precio, denominándose patrimonio cultural de la humanidad, por lo que se resguardan celosamente en museos, tras sistemas de conservación que impiden que aun el tiempo les afecte.

Cuando observamos las fotografías de estas pinturas en diarios y revistas, es frecuente escuchar exclamaciones de sincera sorpresa, tales como: "A todo se le llama arte", "cualquiera podría hacer eso", "No es bonito" y "No lo entiendo"; que hacen manifiesto, de parte del espectador, el no entender por qué dicha pintura pueda resultar tan especial.

Una reacción tan común, nos conduce a preguntarnos: ¿Si la expresión artística es inherente al hombre, porque nos es tan difícil valorarla en toda su magnitud?, ¿qué es lo que hace que una pintura sea considerada una obra de arte y en qué basamos nuestra apreciación de la misma?

Para empezar, definiremos Arte, como la expresión creativa del ser. Es decir, que Arte es toda obra de gran creatividad, realizada por el ser humano, con el propósito de expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones; pudiendo darse dicha expresión a través de recursos de tipo lingüístico, plástico y sonoro. Por lo tanto, una pintura es considerada una Obra de Arte, cuando desde su condición de recurso plástico, transmite una idea o expresión sensible.

Lo anterior, implica que la pintura es la materialización de los pensamientos y sentimientos del artista, así como de la perspectiva que este tiene del mundo con el que ha tenido contacto en todas sus dimensiones (espacial, temporal, social, espiritual, entre otras). Y que por tratarse de un recurso plástico, el artista se comunicará a través de la pintura haciendo uso de un lenguaje simbólico, que debe ser ampliamente conocido tanto por el pintor, para expresarse claramente, como por el espectador, para comprenderlo.

Lo anterior indica que la valoración de la pintura como obra de arte, no puede darse desde nuestra sensibilidad estética, entendiendo esta como la capacidad que tiene todo ser humano de reaccionar ante los valores compositivos de aquello que percibe, sino que requiere la implementación de un proceso intelectual mucho más complejo, llamado Apreciación Artística, que consiste en valorar las características temáticas, estéticas, históricas y técnicas, entre otras, de una obra determinada.

Lo dicho establece que a menos que se cuente con una formación artística básica, difícilmente podríamos apreciar la complejidad, profundidad, riqueza e importancia de una expresión artística, en su verdadera magnitud y esto se debe a que trascender de la sensibilidad estética a la apreciación artística, implica una formación mucho más profunda.

La pregunta que surge ante esta afirmación es ¿qué importancia tiene tal formación artística en un individuo sin mayores expectativas en este ámbito?

Para dar repuesta a esto, necesariamente debemos retomar una afirmación anterior: "Las artes, son inherentes al hombre". Estas hacen parte de su esencia, de su humanidad; y se hallan manifiestas en todos los estamentos y lugares en los que este se desenvuelva. Así como la capacidad de moverse no se limita a aquellos que tienen intereses deportivos; la expresión artística y la influencia iconográfica en los individuos no se limitan a aquellos con un interés artístico.

El ser humano, social, expresivo y creativo, hace uso del lenguaje simbólico para manifestar sus ideas en cualquier área de su vida; y en prosecución de una dinámica comunicativa acertada, se hace necesario el conocimiento de dicho lenguaje, así como del desarrollo de las competencias cognitivas que se da a través de las artes para participar del dialogo de forma correcta.

La formación artística, tiene como misión "desarrollar la sensibilidad de las personas hacia sí mismas y su entorno, ampliando el lenguaje expresivo verbal y no verbal, mediante la aplicación de técnicas y destrezas específicas en cada una de sus manifestaciones¸ por lo que cualquiera de sus disciplinas promueven y desarrollan en el individuo sus capacidades cognitivas, sensorio-motrices, emotivas y sociales, logrando así contribuir al desarrollo integral de los mismos y a una interacción real, profunda y rica entre ellos"1.

______________________________________________________________________________1 Lineamientos Curriculares de Educación Artística. MEN. 2000. p 37.